PERFECTAMENTE IMPERFECTOS

Santiago 5:16 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 

Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. 

Existe una falsa idea que el acercarnos a Dios nos hace perfectos, pero no es así, el acercarnos a Dios nos perfecciona continuamente y nos pone un rumbo y un estándar hacia donde crecer, que es la estatura de Jesús mismo, pero las cosas no suceden por arte de magia ni mucho menos. Este tipo de pensamientos ha puesto una gran carga sobre todo tipo de persona que se acerca a Dios y sobre todo sobre los líderes religiosos, llámese Sacerdotes, Pastores, o cualquier cargo que guste usted mencionar. Nos debe de quedar muy claro, que el pecado es lo que nos mantiene en la tierra, esa es la condición de la tierra y el mismo Jesús nos lo dijo, no hay quien esté libre de pecado, ni uno, obviamente, la intención es que no sigamos cayendo repetitivamente en el mismo pecado constantemente, sino que vayamos dejando el pecado atrás y sea cada vez menos lo que pequemos. 

En otras palabras, el que sepamos que el pecado nos es condición para habitar la tierra, no nos da pretexto ni excusa para pecar libremente, ya que lamentablemente nos es imposible dejar de pecar, pero si podemos dejar de pecar deliberadamente. Es decir, todo esto es un asunto de consciencia, de quienes somos y hacia donde vamos, la Biblia nos enseña que todo nuestro pecado, aun el que no hemos cometido fue perdonado por Jesús en la cruz, por tanto, nos es necesario recurrir a Él constantemente en búsqueda de ese perdón y poder regresar a ser purificados continuamente. Cuando hacemos de Jesús el Señor y salvador de nuestra vida, todo nuestro pecado pasado es borrado, a eso se le llama "nacer de nuevo", por tal regresamos a nuestro estado original y es justo ahí a donde debemos de regresar diariamente por medio de la sangre de Jesús y de la confesión de nuestros pecados. Para gobernar para Dios nos es necesario mas que otra cosa el estar siempre conscientes de quienes somos, de quien dependemos y qué es lo que necesitamos para llegar al siguiente nivel, eso quiere decir que para gobernar nos es necesario dejar a un lado ese estilo de fe inconsciente en el que simplemente lo dejamos todo en manos de Dios desentendidamente y donde nuestra oración se trata solamente de pedir. 

Una de las características mas tangibles de Dios es su justicia, y por justicia entendemos el cumplimiento de la palabra de Dios, Dios la cumple y si nosotros queremos o pretendemos ser justos, nuestra principal preocupación y ocupación debería de ser el ser cumplidores constantes de la palabra de Dios y para ello nos sirve la cita de hoy. Piense en esto, constantemente vamos a la presencia de Dios o a lo que entendemos como tal y pedimos perdón por nuestros pecados pero en realidad solo nos sentimos mal, pero no siempre nos arrepentimos, ya que recurrimos en ese pecado una y otra vez, el arrepentimiento genuino nos debe de llevar a estar dispuestos a nunca mas pecar de nuevo o bien a nunca mas cometer ese mismo error de nuevo. 

Por tanto y haciendo un ejercicio de consciencia, y pretendiendo ser imitadores de Jesús, deberíamos de tener en nuestro corazón la libertad de confesar nuestros pecados en voz alta y ante otros hombres y mujeres justos de nuestra confianza, no para que perdonen nuestro pecado, sino para que sean testigos de nuestro arrepentimiento genuino y oren para que no caigamos de nuevo, así se cumple el que seamos guardas los unos de los otros. Cualquier persona que pretenda gobernar para Dios, debe de tener esa libertad de reconocer su pecado y de confesarlo, para vivir bajo el constante perdón de Dios y sea como ejemplo a los demás, donde su avance sea observado y la semejanza a Jesús sea cada día mas evidente.

FE Y GOBIERNO

Deuteronomio 11:24 Reina-Valera 1960 (RVR1960) 

Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie será vuestro; desde el desierto hasta el Líbano, desde el río Eufrates hasta el mar occidental será vuestro territorio. 

Estamos en un año en el que Dios nos ha hablado de gobernar, y cuando hablamos de gobernar, no hablamos de hacerlo como en el mundo sucede, donde un pueblo le da autoridad a una persona para administrar a un pueblo, sino donde un amo le da autoridad a un mayordomo de administrar, engrandecer y cuidar sus bienes, por tanto el gobernar para Dios se convierte en un acto de fe, pues tiene que ver con el creer. 

Y pareciera que creer es una cosa fácil, ya que todas las personas dicen creer en Dios, pero la fe no tiene con el creer en Dios, sino con el creerle a Dios, es decir, si no conocemos a Dios y no sabemos que es lo que ha dicho y las instrucciones que nos ha dado, no podemos creerle y por tanto nos es difícil tener fe. Esto se lo cuento, porque la fe nos tienes que llevar a la acción, es decir, una fe que solo es pasiva no tiene efecto, es estéril, no da fruto y termina por conducir a la locura, pues quien dice tener fe, se frustra por no recibir respuestas de ese dios en el que dice creer. Hay muchas personas que dicen tener fe en las cosas que Dios va a hacer, y por lo general esas cosas que esperan que Dios haga, están mas relacionadas con ellas que con Dios, por tanto lo más probable es que no sucedan y no porque Dios no las quiera hacer, sino porque el Reino de Dios que está descrito en la Biblia funciona de manera distinta y no como muchos de nosotros quisiéramos. 

En otras palabras, la fe se trata de la palabra de Dios, es decir, en lo que debemos de creer es en lo que está escrito y el Dios de la Biblia es un Dios congruente, quien no hace excepciones, porque todo lo que pudiéramos necesitar en nuestra vida esta considerado ya en nuestra voluntad, por ello su palabra (la de Dios) incluye miles de promesas que solo tenemos que conocer y reclamar, pero que a su vez tienen siempre una condición que es la que nos lleva a la acción, para que al prepararnos para recibir una promesa, primeramente regresemos a esa imagen y semejanza de Dios y seamos activos y dinámicos como Dios lo es y no pasivos como lo solemos ser. Una de las características más interesantes de Dios es que Dios es un Dios territorial, y así como los reinos de la antigüedad que las historia nos cuenta, Dios está a la constante conquista y siempre está buscando expandir sus territorios y busca que seamos nosotros sus hijos quienes nos encarguemos de eso, de ir a todo lugar establecer su Reino, reclamar todo lugar para su gloria y hacer que las cosas funcionen en la tierra, como funcionan en aquel lugar donde Dios habita y esto requiere de mucha fe, como de muchas acciones, no es solo un acto de apretar nuestros ojos y alguna otra parte de nuestro cuerpo para "creer". 

Por tanto nuestra fe debe de incluir el acto físico de ir y pisar aquel lugar que queremos conquistar para Dios y también incluye que conozcamos lo que Dios ha dicho de los lugares en los que habita para que sepamos que esperar que suceda ahí una vez que hayamos conquistado ese lugar para Dios. Dios es un conquistador y espera que nosotros lo seamos también, Dios espera que gobernemos la tierra para Él, para que un día se la podamos entregar, por tanto Dios espera que conquistemos la tierra con el conocimiento de su Reino, para que seamos capaces de distinguir sus obras en todo tiempo y portadores de su gloria por ende. 

Este año en el que Dios nos pide que gobernemos y pone en nuestras manos su poder, su autoridad y su gracia, tenemos que empezar por reclamar nuestras casas, nuestros lugares de trabajo y todo lugar que Él nos indique y propiciar en ellos el ambiente necesario para que la voluntad de Dios sea hecha siempre y podamos vivir en ese Reino que Dios nos promete aquí en la tierra y no tener que esperar a morirnos para averiguar como es que era la cosa.

TODO OBRA PARA BIEN

Lo que más tortura al corazón de una persona, cancelando el potencial y el propósito de Dios en su vida, es pasar toda una vida tratando de entender y darle significado a las cosas que le han sucedido. Tienes que dejar que sea Dios el que haga la definición correcta de las cosas que te han pasado.
Pablo decía, en Romanos 8:28: Sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien. La pregunta en el día de hoy es si tú lo sabes. No se trata de que te lo hayan dicho, ni que lo hayas leído solamente. Pablo decía: Sabemos; en otras palabras: Estoy convencido; ya lo sé. Había algo dentro de él que le decía que todo iba a salir bien. Dios lo hizo con Abraham, con José, con Moisés, con David, con Pedro, con Jesús, y esto nos da referencia que no importa lo que el mundo haga, ni que piense que estás en las últimas, porque es ahí donde está tu mayor victoria.
Cuando el mundo pensaba que había enterrado a Cristo, lo que hicieron fue que lo sembraron para que se multiplicara al tercer día. Jesucristo es el mayor ejemplo de que, por encima de toda circunstancia adversa, todo, todo, todo va salir bien. No importa cuán difícil lo veas, Dios se va a glorificar.
Hay quienes se pasan pensando si tal situación proviene de Dios o no. No se trata de quién lo trajo, se trata de que Dios va a utilizarlo para su gloria. Muchos preguntan por qué están en una situación tan difícil. Quizás no sepamos el por qué estás en esa situación, no sabemos por qué la gente te hizo lo que te hizo, pero sí sabemos que todo va a obrar para bien. Ahí es que debe estar puesta tu confianza. Deja de buscar explicación para lo inexplicable.
Muchos van a cuestionar cómo es que sigues sirviendo a Dios, si aún sigues en esa situación. Y tu respuesta debe ser que tú sabes que todo va salir bien. Que si lo tienes a él, tu final será diferente, tu final será de victoria. La traición que te hicieron, el despido del empleo, la quiebra, el error que cometiste, el abandono de tus padres, el fracaso que tuviste, todo, todo, todo va a obrar para bien. Aun los peores capítulos de tu vida, Dios los va a utilizar para tu mejor historia.
Pablo decía: Sabemos que todas las cosas… En medio de todas las cosas hay alguien que está obrando a favor tuyo. La biblia dice que no duerme el que guarda a Israel. Aunque no veas nada, confía; Dios está obrando. Él no descansa, hasta ver que todas las cosas obren para tu bien. Ese es el Dios al que le servimos.
Para alcanzar el propósito de Dios para tu vida, tienes que tener la certeza de que, en medio de todo lo que ocurre en tu vida, él está obrando a tu favor. Si verdaderamente sabes esto que Pablo sabía, no hay razón para vivir en ansiedad, ni con preocupaciones, ni peleando con personas innecesarias, ni hay razón de cuestionar el por qué de las cosas.
Muchos piensan que lo que nos quiere decir la palabra en Romanos 8:28 es que debemos aceptar los problemas, o que estas plabaras son base o licencia para cuestionar a Dios con cinismo, para vivir irresponsablemente, o vivir conformándose. Pero Romanos 8:28 es para aquellos que aman a Dios, que saben que están bajo la providencia del Dios Todopoderoso, que saben que todo va a obrar para bien porque él les tiene guardados en sus manos y todo, todo, todo va a obrar para bien.