FE


La fe lo arriesga todo en Dios, pero Dios nunca nos falla.

La fe es el eje de nuestra relación con Dios. La Biblia entera es una ilustración de esto. Sin embargo, no hay ningún tema que pida más explicación en las Escrituras que la fe y el don de fe. Particularmente nosotros queremos ayudar en este aspecto.

Lo que Jesús dijo quizá sea lo primero que la gente cita, que con fe suficiente podemos mover montañas (Mateo 17:20; 21:21). Sin embargo, nadie lo ha hecho jamás. No cabe duda de que muchos lo han intentado, por lo general con pocas esperanzas de éxito y quizá sin idea de dónde mover la montaña.

Ningún apóstol lo hizo, ni tampoco Jesús mismo. Dios planeó los paisajes en la Creación, y no creo que quisiera que nosotros cambiáramos el escenario. La ilustración más frecuente sobre la fe en el Nuevo Testamento son las sanidades, pero no debemos tomar esto como el uso principal del don de fe. ¿Por qué habló Jesús entonces de mover montañas mediante la fe?

Para los que quieren entender la Biblia, aquí tienen algo muy importante. Lea siempre pasajes completos, nunca sólo un versículo. No saque los textos fuera de su contexto en las Escrituras, como este acerca de mover montañas. Mateo 17:20 trata sobre la oración en contra de los demonios, y Mateo 21:21 tiene que ver con la oposición y los enemigos. Mover montañas se tiene que entender en conexión con esto.

Ahora bien, acerca de hacer lo imposible; aquí se han cometido graves errores. Para llegar al corazón del asunto, entraremos en el huerto de Getsemaní con un humilde asombro. El Hijo de Dios está orando por lo que es posible, y lo que Él dice penetra hasta el mismo corazón del asunto. Jesús dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39). Entendemos aquí que sólo son posibles las cosas que forman parte de la voluntad de Dios. Un discípulo que escuchó a Jesús en el huerto escribió después: “si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14). Las oraciones de Cristo muestran que lo que es posible está limitado por los mismos demonios que Jesús vino a vencer. Por ejemplo, no fue posible que Dios nos salvara del mal y salvara a la vez a su Hijo. De igual forma, nuestra lucha contra el mal a menudo nos pone ante una situación similar. Ser aquello para lo que Dios nos envió, sus hijos dando testimonio en un mundo ajeno, significa que tendremos que sufrir maldades.

No se ha hecho la voluntad de Dios. Por eso debemos orar: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Sin embargo, moveremos montañas si seguimos caminando y creyendo.

GRANDES SEGUN LOS PARAMETROS DE DIOS


En Mateo 5 Jesús dice que cualquiera que pone en práctica sus duras enseñanzas “será llamado grande” en el Reino. ¿Qué quiere decir esto? He aquí como lo dice Jesús: . . . cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos (Mateo 5:19).

A primera vista, parece como si Jesús esperara que nosotros cumplamos sus difíciles enseñanzas para hacernos “grandes” en el cielo. Y hasta pudiéramos seguir pensando así luego de leer la afirmación de Pablo acerca de los que obedecen la ley: . . . porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados (Romanos 2:13).

Esto parece sugerir que hay personas que pueden en verdad practicar estos mandamientos, que pueden designarse como “hacedores” de la ley. Al continuar Romanos, sin embargo, descubrimos la cantidad exacta de personas que han llevado a la práctica con éxito la ley y, por extensión, el número de personas que pueden llamarse “grandes” en el cielo: Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado (Romanos 3:19-20).

Así que, ¿cuántos seres humanos han puesto en práctica la ley con éxito? Cero. Y en los evangelios Jesús cita la ley y pone la norma aún más alta. Hace que sea todavía más difícil seguir la ley. Si nadie podía guardar la ley original, ¿cuántos tendrían éxito bajo la versión más desafiante de la ley que introdujo Jesús? La respuesta, una vez más, es cero. Mediante la ley encontramos fracaso, no éxito.

Jesús puso fin a cualquier esperanza o sueño de ser grande en el cielo: “Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 5:20).

De acuerdo con las demandas de comportamiento de Jesús, tendríamos que hacerlo mejor que los escribas y fariseos tan solo para entrar al cielo, y ni pensar en ser grandes cuando llegáramos allí. Luego de escuchar esta última parte estoy seguro de que a sus oyentes se les caía el alma a los pies.

Jesús no fue ingenuo cuando les presentó este patrón inalcanzable. Él sabía bien que ni siquiera podrían acercarse al nivel de rectitud que Él introducía. Como revela Gálatas 4:4-5, Jesús nació bajo la ley, y la meta de su enseñanza fue redimir a los que estaban bajo la ley. ¿Cómo los redimiría? El primer paso era hacerles comprender que cualquier intento de su parte de “ser perfectos” sería inútil.

El cielo nos ha anunciado un pacto que se inauguró en la sangre de Jesús. Fue la muerte de Jesús en el Calvario (¡no su nacimiento en Belén!) lo que inició la era del Nuevo Testamento. Esta verdad ilumina el propósito detrás de las ásperas enseñanzas de Jesús. Y nos capacita para sentir la pura libertad de la gracia de Dios, aquí, en este lado de la cruz.

ODIO AUTODESTRUCTIVO


George Washington Carver (1864-1943) superó un tremendo prejuicio racial antes de convertirse en un renombrado educador en su país. Resistiendo la tentación de sentir amargura por la forma como lo trataban, escribió sabiamente: «A la larga, el odio destruye a aquel que lo alberga».

En el libro de Ester, vemos lo autodestructivo que puede ser el odio. Mardoqueo, un judío, rehusaba inclinarse delante de Amán, un vanidoso dignatario de la corte persa. Este Amán, lleno de odio, manipuló información para dar a entender que Mardoqueo y su pueblo eran una amenaza para el imperio (3:8-9). Cuando su complot se materializó, le pidió al rey de Persia que matara a todos los judíos. El monarca proclamó un edicto para tal fin, pero antes de que pudiera concretarlo, Ester intervino y el enrevesado plan de Amán fue puesto en evidencia (7:1-6). Enfurecido, el monarca hizo que ejecutaran a Amán en la horca que el conspirador había construido para Mardoqueo (7:7-10).

Las palabras de Carver y las acciones de Amán nos recuerdan que el odio es autodestructivo. La respuesta bíblica consiste en revertir dicha actitud y devolver bien por mal. «No paguéis a nadie mal por mal» (Romanos 12:17), dijo Pablo. Cuando nos ofendan, no debemos vengarnos (v. 19), sino hacer lo bueno (v. 17), para que vivamos «en paz con todos los hombres» (v. 18).

LEA: Ester 7:1-10

El odio promueve la autodestrucción;
el amor hace realidad la enseñanza de Cristo.




UN CORAZON ALEGRE ACTUA COMO MEDICINA


¿Recuerdas algún momento cuando estuviste realmente enfermo? Ya sea que se tratara de un dolor de cabeza insoportable o del estómago revuelto, la medicina correcta obró maravillas. ¿Pero cuál es el remedio para un corazón destrozado o para un sueño hecho pedazos?

No deja de ser interesante que la Biblia sí habla de una cura espiritual para las decepciones de la vida. Podría llamársela «la medicina del corazón alegre». «El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos» (Proverbios 17:22).

Este versículo echa un vistazo realista a las dificultades de la vida. «Un corazón alegre» es un regocijo interior producido por la fe que afecta lo que pensamos, las decisiones que tomamos, y a la larga, cómo nos sentimos. Es la voluntad de dar las gracias en la ser

ie de ganancias y pérdidas de la vida. Es «buena medicina» porque tiene un efecto positivo en cuanto a cómo percibimos y experimentamos la vida. Restaura nuestra salud espiritual.

Pero el versículo continúa observando cómo un espíritu herido que ha quedado sin ser atendido puede llegar a la desesperación. El «espíritu quebrantado» puede aplicarse a experiencias dolorosas que nos paralizan grabadas en nuestros recuerdos. Son los fracasos y las heridas emocionales pasadas que inhiben nuestras elecciones ahora. Estas ideas negativas pueden «secar los huesos». Esto es, pueden minar las energías que nos dan la vitalidad, que nos alimentan y nos sostienen en nuestro andar con Dios. Entonces, ¿cómo
«tomamos nuestra medicina»? He aquí varias sugerencias:

* Aprende a alabar adondequiera que estés (1 Tesalonicenses 5:16).
* Dale gracias a Dios por las circunstancias que te rodea
n ,incluso a pesar de cómo sean éstas (1 Tesalonicenses 5:17).
* Reconoce el lugar apropiado para lamentarte y para recuperarte de la pérdida (1 Reyes 19:1-10).
* Preséntale tus heridas a Dios para que te sane en oración (Isaías 53:5; 2 Corintios 1:3-5).
* Trata de ver lo bueno en una situación negativa (Filipenses1:12-14).
* Sé un canal de bendición a los demás (Efesios 2:10;Filipenses 2:3-4) .
¿Te sientes enfermo por las decepciones? Toma tus medicinas.Un «corazón alegre» sí actúa como buena medicina.



COMO PREVENIR EL ABUSO SEXUAL


La violencia sexual es una de las prácticas más frecuentes de la violencia que reciben las mujeres y que menos se denuncia a nivel mundial.

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define la violencia sexual como cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o la sexualidad de la víctima y que, por tanto, atenta contra su libertad, dignidad e integridad física. Es una expresión de abuso de poder que implica la supremacía masculina sobre la mujer, al denigrarla y concebirla como objeto.
Los abusos sexuales en la familia constituyen una de las formas de violencia más secretas y donde las víctimas han tenido menos defensa.

La prevención y la protección están íntimamente relacionadas. Por el ello es indispensable que padres y madres de familia protejan a niñas, niños y adolescentes de un daño que puede lesionar su cuerpo, su salud emocional y mental.

El Instituto Chihuahuense de la Mujer como parte de sus acciones de prevención de la violencia de género recomienda que las medidas de prevención de abuso sexual en niñas y niños deben comenzar a edad temprana, e irse adaptando con el paso del tiempo de acuerdo a la madurez de las y los infantes.

Las siguientes sugerencias ayudaran a abordar el tema con hijas e hijos de acuerdo a la edad:
· 18 meses. Enseñar al niño o niña los nombres apropiados de las partes del cuerpo incluidos los genitales.



· 3- 5 años. Enseñarles cuáles son las “partes privadas” del cuerpo y a decir NO a cualquier cosa que le desagrade o asuste. Nadie debe tocarlo o mirarlo de una forma desagradable. Deles la confianza para que pueda comentar y preguntar cualquier cuestión relacionada con el tema.



· 5-8 años. Hable con niñas y niños de la existencia de abusos sexuales y de cómo se producen. Explique la diferencia entre buenos y malos cariños. Es recomendable alentarles a conversar sobre las experiencias que les hayan atemorizado. Dígales que los abusos sexuales son delitos.

· 8- 12 años. Enséñeles seguridad personal. Explique las formas en que las personas que agreden tratan de asustar y amenazar para que guarden el abuso en secreto. Indíqueles que nunca deben de guardar ese tipo de secretos aunque se los pidan o los amenacen.


· 13-18 años. Converse con ellas y ellos sobre los delitos sexuales, la violación, las enfermedades sexuales y el embarazo no deseado. Es importante que dedique tiempo para hablar con ellos y mantener la confianza y la comunicación. La fuerza física a menudo no es necesaria para comprometer a una persona menor de edad en un acto sexual. Muchos menores pueden hacer lo que se les pide para obtener aprobación y afecto si no lo tienen en su familia.


¿Qué hacer ante una situación de violencia sexual?

· Hable con alguna persona de su confianza que sepa que la respetará.
· Recuerde que quedarse con el problema, no le ayudará a resolverlo.
· Busque servicios especializados de ayuda, acuda al que considere más conveniente.
· Tenga presente que los problemas no se resuelven con el tiempo, incluso pueden hacerse más graves.

EN TUS MANOS ESTAN MIS TIEMPOS....


Yo creo que Santiago nos está diciendo en Santiago 4:1, 2: “Ustedes están siempre disgustados porque tratan de lograr las cosas que quieren mediante sus propios esfuerzos. Por ese camino nunca las van a obtener. Van a terminar siendo personas celosas, detestables, y teniendo malas relaciones, porque quieren lo que otros tienen”. Entonces, Santiago resume toda la situación en una sentencia: “No tienen, porque no piden” (Santiago 4:2). Esencialmente, señala que tratamos de obtener todas las cosas por nosotros mismos, en vez de pedírselas a Dios.

Usted puede pensar: “Pero sí le he pedido cosas a Dios; pero Él no me las dio”. Si le ha pedido algo a Dios y Él no se lo dio, la razón no es que lo esté resistiendo. Puede ser que no sea su voluntad que la tenga o que aún no sea el tiempo. Puede ser que tenga algo mejor para darle, pero que usted todavía no esté lo suficientemente maduro para tenerlo. Sea cual fuere la razón, nunca es porque Él no quiera que usted sea bendecido.

Usted es un hijo de Dios, y Él lo ama. Él es un buen Dios, que sólo da cosas buenas, y quiere hacer por usted mucho más de lo que le sería posible imaginar (vea Efesios 3:20). Pero lo ama demasiado para darle cualquier cosa que lo pueda dañar. Lo ama demasiado para darle cosas que, en última instancia, lo harán más carnal o que incluso puedan arrastrarlo a pecar porque todavía no está listo para manejarlas.

¿Puede un padre amante dar a sus hijos las llaves del automóvil antes de que tengan edad suficiente para manejarlo? Por cierto que no, porque el padre sabe que pueden sufrir un accidente a causa de su inexperiencia. Dios actúa de la misma forma con sus hijos. Porque nos ama, no nos da aquello que todavía no tenemos madurez espiritual para manejar.

Muchas personas usan la manipulación y los caminos mundanos para obtener cosas que creen que no aceptan no tener, y esas mismas cosas terminan por arruinarlos. He descubierto que el secreto de estar contento es pedir a Dios lo que quiero y descansar en el conocimiento de que, si corresponde, Él me lo dará a su debido tiempo. Si no corresponde, Dios hará algo mucho mejor de cuanto yo pueda pedirle.

COMO ESTUDIAR LA BIBLIA


En unos cuantos párrafos, solo puedo tratar algunas de las razones y los métodos principales para estudiar la Biblia a profundidad. No solamente debemos mover nuestros ojos de izquierda a derecha sin absorber o comprender lo que leemos.

Todo creyente necesita conocer la Palabra de Dios. La exhortación del apóstol Pablo a su discípulo Timoteo sigue siendo nuestra guía en la actualidad: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15).

¿Por qué estudiar la Biblia? Porque Jesús mismo, junto con los hermanos más sabios, nos dice que lo hagamos. Jesús animó a sus seguidores a escudriñar las Escrituras (Juan 5:39) y Lucas elogió a aquellos que escudriñan las Escrituras diariamente llamándolos “más nobles” (Hechos 17:11).

Salomón, el hombre más sabio de su tiempo nos aconsejó:

Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo. —Proverbios 4:20–22

Santiago, hermano del Señor Jesús y la cabeza del concilio de Jerusalén que estaba sobre la Iglesia primitiva, enseñó que estudiar la Palabra de Dios es como mirarse en un espejo de libertad en el que conocemos nuestros derechos en Cristo (vea Santiago 1:22–25).

Herramientas prácticas para el crecimiento espiritual

Al tomar su Biblia y leerla, asegúrese de leerla cuidadosamente, pidiéndole al Espíritu Santo que lo ayude. Tome nota de lo que le resalte, porque el Espíritu Santo puede estar llamando su atención hacia ello.

Lea tanto el texto como el contexto (ver Deuteronomio 17:19 y 2 Corintios 1:13), deduciendo las ideas básicas primero e investigando más acerca del contexto al avanzar. Siempre recomiendo comenzar con los Evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan). Usted aprenderá a personalizar la Palabra, viendo las palabras de la Biblia como “palabras presentes” que transmiten los pensamientos de Dios para la actualidad. Es posible que haya escuchado que la Biblia es llamada “la carta de amor de Dios para usted”. Pídale a Dios que le ayude a comprender lo que Él le ha escrito.

La tapa de su Biblia puede decir “Santa Biblia”, pero eso no quiere decir que debe mantener las hojas sin marcas y sin arrugas. Le recomiendo que subraye las palabras y los versículos que conlleven un significado especial para usted, y que haga notas en los márgenes. Antes de que pase mucho tiempo, su Biblia favorita se convertirá en su vieja amiga y deducirá mucho más de ella, porque usted tiene una historia con ella.

Únase a un grupo de estudio bíblico. Elija a maestros bíblicos talentosos que puedan presentarle tanto las perspectivas históricas como las contextuales, así como aplicaciones de la vida diaria de la Palabra para su generación.

Junto con el grupo e individualmente, aprenda a utilizar una concordancia (una lista en orden alfabético de las palabras que pueden ayudarle a encontrar los versículos que utilizan esas palabras). Si tiene acceso a una concordancia Strong o una Young en papel o en línea, usted puede buscar los usos de ciertas palabras en sus idiomas originales. A menudo, los significados serán más claros para usted al buscar más profundamente. Busque referencias cruzadas. Utilice léxicos en griego y en hebreo para estudiar los orígenes de las palabras, otras opciones de traducción y otros lugares en que esa palabra aparece en la Escritura. Puede comenzar su propio estudio de temas tales como la redención, el arrepentimiento o el amor de Dios, y profundizar más al leer, haciendo preguntas tales como: “¿Por qué es importante esto?”, y: “¿Cómo afecta esto a mi vida?”.

También puede estudiar la vida de personas importantes de la Biblia, de nuevo, haciéndose preguntas específicas, tales como:

¿Por qué Dios eligió a esta persona?

¿Qué hizo esta persona (o no hizo) para cumplir con los requerimientos de Dios?

¿Qué proceso utilizó Dios para llevar a esta persona a la plenitud de su propósito?

¿Qué lecciones puedo aprender de la vida de esta persona, especialmente al aprender la fe y la paciencia? (Ver Romanos 15:4 y Hebreos 6:12).

Haga lo que haga, véase en el “espejo” de la Palabra de Dios tan frecuentemente como le sea posible. Mire fijamente la belleza de su gran presencia. Al hacerlo, usted comenzará a reflejar su semejanza (ver 2 Corintios 3:18). Usted tiene una relación con la Palabra viva misma, Jesús. “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Lejos de ser un viejo libro seco, muerto y polvoriento, la Biblia está viva. Llene su mente y su espíritu de las palabras de la Palabra. ¡Nunca se arrepentirá! De hecho, le garantizo que cambiará su vida como ha cambiado la mía.

NO CONFUNDAS EL CONTENTAMIENTO CON RESIGNACION


El contentamiento es lo opuesto a la codicia. El contentamiento es positivo. La codicia es negativa, pecaminosa. La comunión con Dios puede producir tal contentamiento, que se puede vencer la codicia o avaricia. El escritor de Hebreos dice: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (He. 13:5). Cuando codiciamos nos fijamos en lo que deseamos, no en lo que tenemos.

Cuando los israelitas estaban conquistando la tierra de Canaán, se repartieron distintos territorios entre las tribus, para que poseyeran como heredad. Cuando la tribu de José recibió su heredad, hubo descontento entre el pueblo. Pensaban que su parte era demasiado pequeña y comenzaron a quejarse ante Josué por su agravio. Sin embargo, después de investigar, Josué descubrió que el territorio que se les había dado era suficiente; pero ellos no estaban dispuestos a tomarlo y poseerlo (Jos. 17:14­18).

En un comentario sobre este pasaje, Alan Redpath escribió: El pueblo de José no estaba contento con su heredad; pensaba que no tenía mucha posibilidad de ejercer sus dones; quería un campo de servicio más grande. Sin embargo, el problema principal era que en el campo de acción que Dios le había dado, el enemigo aún estaba profundamente arraigado.

Su queja podría ser la misma: no tener suficientes posibilidades de poner en práctica sus propias habilidades. ¿Está siempre descontento con la parte que le toca? ¿Desea a menudo mayores oportunidades de servir al Señor? ¿Desea ardientemente ir a algún campo misionero? Puede que el reflector de la Palabra de Dios le muestre que el enemigo sigue profundamente arraigado en su alma. Que el Espíritu de Dios le muestre que, tal vez, no haya tomado verdadera posesión de la parte que Dios le ha dado.

Mientras el pueblo de José codiciaba un territorio más grande, no tenía en cuenta el territorio que se le había dado en heredad. Se estaban fijando en lo que deseaban, no en lo que poseían; por eso estaban descontentos. Estaban codiciando, no solicitando; por eso no estaban satisfechos con lo que Dios les había dado.

Las personas que no cultivan el contentamiento se vuelven codiciosas. Cuando no son agradecidas con lo que tienen, anhelan lo que no deberían tener. El malvado rey Acab tenía muchas viñas, pero comenzó a codiciar la que le pertenecía a Nabot y quiso comprársela. Nabot se negó a venderle su viña, y el rey se puso furioso. No contento con lo mucho que poseía, comenzó a protestar por no poder tener la viña de Nabot (1 R. 21:1­4).

Jezabel, la esposa del rey Acab, vio que estaba deprimido y, tras averiguar la razón de su estado de ánimo negativo, tramó un complot para destruir a Nabot, a fin de que el rey pudiera tener su viña. El plan de la malvada reina se llevó a cabo. Nabot fue acusado injustamente de blasfemar contra Dios y lo apedrearon hasta morir. Después de su muerte, Acab tomó posesión de la viña que había codiciado. La muerte de un hombre bueno fue el precio de la falta de contentamiento del rey y su codicia pecaminosa subsiguiente.

La codicia es la raíz de la mayoría de las transgresiones. Con razón la Biblia habla con tanta vehemencia contra ella. Jesús dijo: “…Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lc. 12:15). Pablo clasificó la codicia, o avaricia, entre los pecados más graves y advirtió: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Ef. 5:3). En su epístola a los colosenses, él dice que la avaricia es idolatría: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría” (Col. 3:5).

Fíjate que la codicia generalmente se clasifica como pecado sexual. Por supuesto, este era su contexto en los diez mandamientos: “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo” (Éx. 20:17).

Algunas cosas nunca cambian.

La falta de contentamiento del rey David en su residencia lo llevó a codiciar a la mujer de Urías, mientras este buen hombre estaba en la guerra. Pronto, el rey y Betsabé cometieron adulterio, y el infame complot para deshacerse de Urías y tomar a su mujer trajo vergüenza al obstinado rey (2 S. 11).

La misma escena se repite año tras año y siglo tras siglo. Esposos o esposas dejan de valorarse uno al otro y caen en el descontento. Dejan de ser agradecidos por lo que tienen y comienzan a desear frenéticamente lo que no tienen. Las actitudes negativas toman el control de sus pensamientos. Están a un paso de la lujuria y de un matrimonio destruido.

El contentamiento definitivamente es una fuerza poderosa, y la falta de este puede ser peligrosa. Cada ámbito de la vida se ve afectado por nuestro contentamiento o nuestra codicia. Por lo tanto, vamos a prestarle atención a las cosas esenciales.

¿PARA QUIEN SON LAS MANZANAS?

En cierta ocasión, un joven observaba a un hombre que tenía más de ochenta años que estaba sembrando un huerto de manzanos.
El anciano amorosa y cuidadosamente preparó el terreno, plantó los diminutos vástagos y les echó agua. Después de estar mirándolo por un rato, el joven dijo: «Usted no espera que va a comer manzanas de esos árboles, ¿verdad?»
«No --replicó el anciano--, pero alguien lo hará».
Tus acciones ayudarán a esos que te seguirán.

Debido al pacto de Dios con Noé, tenemos la seguridad de que no corremos el riesgo de la destrucción mundial por un diluvio.
Los habitantes de la tierra todavía están recibiendo el beneficio que vino de la vida de un hombre justo.
Asimismo, tú y yo también podemos beneficiar a las generaciones futuras. Cuando sirves a las personas o influyes en ellas de manera positiva, y las animas a pasar por lo que otras recibieron, creas una cadena de impacto que sobrepasará tu vida.

No eres un eslabón perdido.
No eres una isla...eres un continente.
Hay alguien detrás de ti y será la prolongación de tu vida, para bien o para mal. Entonces siembra ahora manzanas para él o ella tengan la bendición de comerlas y mientras lo hacen te recordarán y sin duda hablarán muy bien de ti.
Siembra hoy para las generaciones futuras. Recuerda que Moíses lo hizo con Josue, el Profeta Elias con Eliseo y Jesús, nuestro Señor con los doce.
Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Exodo 33:11
Y Moisés hizo como Dios le había mandado, pues tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y de toda la congregación. Num 27:22
Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel. Deut 1:38

A LOS QUE AMAN A DIOS, TODO OBRA PARA BIEN...


José tuvo un sueño... (Génesis 37)


José era tan solo un joven de diecisiete años, cuando Dios le dio un sueño. La interpretación de este sueño ponía de manifiesto que, llegado el tiempo, José sería un gran líder y sus hermanos le servirían. La idea no les pareció nada bien a sus diez hermanos mayores, ya que, según las costumbres de la época, los menores servían a los mayores y no al revés.

Según el relato bíblico, José fue víctima del desprecio y la burla de sus hermanos quienes dando lugar a la envidia y al resentimiento, en primer lugar decidieron matarlo, pero luego optaron por venderlo como esclavo.
Como ya he mencionado en un mensaje anterior (la perfección determina tu éxito 3), siempre encontraras dos tipos de personas en el camino que te conduce al éxito, al propósito de Dios en tu vida. El primer grupo pertenece a aquellas personas que motivadas por deseos nobles y sinceros, te animaran y en ocasiones también te empujaran con amor , a fin de que alcances tus metas; y el segundo grupo, individuos que motivados por envidia o malas intenciones con sus consejos, palabras y actitudes querrán verte retroceder y renunciar a tus sueños.

José se queda solo...

Luego de ser vendido por sus hermanos, comienza una etapa en la vida de José que estaría caracterizada por momentos de abandono, incomprensión y soledad. Aunque fueron momentos difíciles, el relato bíblico enfatiza una y otra vez "...pero Dios estaba con José..."(Génesis 39:2-3, 21,23)

Hay momentos en nuestra vida donde podemos encontrarnos sumergidos en la soledad y la incomprensión. Somos rechazados por aquellos que más queremos, y todo intento por cambiar esta situación parece ser inútil. Tal vez te encuentras solo luchando, y nadie parece acompañarte en el camino que te conduce a tus sueños, sin embargo no estás solo, Dios está contigo. Y aunque en tu mente no puedas comprenderlo, esto es parte del proceso permitido por Dios para enseñarte a depender solo de Él.

Que buenas son las palabras de ánimo, y el buen consejo de un amigo en momentos de dificultad, son medicina a nuestros huesos...aunque no podemos depender solo de ello para estar motivados y concretar nuestros sueños, necesitamos aprender a depender de Dios.

Si quieres disfrutar la plenitud de Dios en tu vida, deberás transitar caminos de soledad. A veces debemos quedarnos solos para aprender a depender únicamente de Dios, así como José, al ser despojados de las cosas y las personas en las que nos apoyamos, estamos forzados a poner toda nuestra confianza en Dios. Suelta las personas y las cosas; aférrate a Dios, él no te defraudara.

Esta lección es en ocasiones la más difícil de aprender, pero una de las más necesarias para nuestro crecimiento y desarrollo espiritual, por tanto Dios no escatimara esfuerzos, a fin de que la aprendamos y seamos aprobados.
Dios puede cambiar tu circunstancia negativa y transformarla en una situación positiva.

Pero para que esto ocurra es necesario que seas fiel durante todo el proceso. Imagínate que hubiera sucedido si José permitía que la falta de perdón y la amargura contra Dios y su familia tomen el control de su corazón. Esta historia no tendría un final feliz. Fue la fidelidad de José durante el proceso lo que le permitió a Dios llevar a cabo sus planes. "vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encamino a bien..."(Génesis 50:20)

Muchas veces es difícil creer que Dios utiliza y obra a través de las circunstancias negativas de la vida. Cuando somos traicionados o heridos intencionalmente por las personas que están a nuestro lado, o más aun, por aquellos que ocupan un lugar en nuestro corazón, un sentimiento de frustración opaca nuestra confianza en la fidelidad de Dios. Pensamos "¿porque El permitió que esto sucediera?... ¿acaso Dios no sabía que iba a suceder? Cuestionamientos como estos se apoderan de nuestros pensamientos y perdemos la confianza en el interés y la preocupación de Dios hacia nuestras vidas.

Cuando estos sentimientos y pensamientos quieran hacerte dudar de la fidelidad y el amor de Dios hacia ti, recuerda la historia de José, pues con todo el rechazo y abuso que el experimento por parte de sus hermanos, Dios nunca lo abandono, al contrario, utilizo esas circunstancias para llevar a cabo su plan divino. Si respondes correctamente, el abuso, la traición, y las malas intenciones de la gente, pueden ser utilizados por Dios para llevar a cabo sus planes y elevar tu vida a un nuevo nivel.

AMISTAD

Si logras conservar tu sonrisa, ataviada por la luz de tus profundos ojos, lograrás que desde el umbral que te miro se me inunde todo de un inusitado sabor amigo, consiguiendo que la mujer que soy, se alegre con tu alegría, se goce de tu presente y desee que cada día sea completado con la intensa claridad que desprende tu corazón. Cuando lleguen los momentos tristes y quieran inundarlo todo con su salobre desdén, evoca los mil segundos de gloria, los incontables instantes de serena calma, las innumerables veces que la vida te ha regalado un verso.
Cuando sumes todos tus momentos memorables y a ellos les restes los que no deseas recordar, observarás un resultado que me regalará el placer de verte sonreír. Contemplo lo que me rodea, las cosas que pasan desapercibidas, los ojos de quienes miran sin ser mirados, las cuajadas gotas de recuerdos que a menudo me visitan y me estrechan entre sus notas del tiempo pasado.
A veces me sorprendo a mí misma entonando algún que otro poema que, olvidado, dejé crecer entre mis ansias ingenuas de adolescente, unos torpes versos de mujer que a fuerza de imaginar un mundo diferente luchó en la difícil empresa de la vida. Hoy deshojando el pasado te encuentro y me sobrecoge el dulzor amigo de los días pretéritos, de aquellos momentos que encauzados entre ilusiones crearon algunos de nuestros sueños, unos se han cumplido, otros sólo los hemos soñado, pero lo cierto es que aquí estamos y aunque con algunos años más, admito tener ese mismo sentir que en su día nos unió y que hoy me ofrece su tañido de nostalgia .Te escribo con el anhelo de que Dios colme tu vida de ricas y abundantes bendiciones, que cada mañana encuentres una razón por la que sentirte dichosa, feliz. Que sepas sonreír en las adversidades y mostrarle así al mundo el amor que llevas dentro.
Deseo desde lo más profundo de mí , que la vida te depare razones por las que sentir alegría, por las que luchar, motivos por los que despertar cada mañana con la esperanza enarbolando tu mirada.
Hoy abandono las prisas y los quehaceres para evocar a quien nunca sucumbirá a la desmemoria, alguien que se hizo un lecho en mi corazón y siempre han vivido en él, acurrucada bajo el calor de mi nunca deshojada capacidad para evocarla.
Hoy te hago presente, te vuelvo a vestir con los atavíos de la adolescencia que nos unió y te regalo estas frases, que carentes de altanería, intentan otorgarte un ramalazo de vida, un trazo de risas pasadas que aún resuenan en mi memoria con la chispeante alegría de quien compartió junto a mí momentos inolvidables .

JESUS Y EL DESEMPLEO

La parábola de Los Obreros de la Viña, una de las parábolas del Reino, es hoy de gran actualidad en un mundo donde el desempleo destruye y empobrece las familias. Es el tema de los desempleados que, en el ámbito mundial, conforman como un enorme colectivo de sobrante humano de los que nadie tiene misericordia. 
Aunque suene fuerte, hoy muchos pobres desempleados en el mundo se dejarían explotar y oprimir para poder dar de comer a sus hijos, pero no solamente que nadie les contrata, sino que nadie les ofrece la posibilidad de algún trabajo esporádico para poder dar de comer a sus hijos . Jesús se preocupa del desempleo: “Y saliendo cerca de la hora undécima, halló otros que estaban desempleados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desempleados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado”. 
Texto completo: Mateo 20: 1-16. La parábola se plantea esta temática del desempleo desde un punto de vista de una justicia muy especial, la justicia de Dios, la justicia misericordiosa que trastoca todos los patrones y esquemas de la justicia en el mundo hoy. 
 Jesús se compromete con los desempleados . La parábola de los obreros de la viña es una parábola comprometida en la línea del compromiso con los más débiles, con los excluidos del mundo del trabajo, con los injustamente tratados e injustamente retribuidos o, simplemente, los que no llegan a conseguir el derecho de la retribución de un trabajo digno. Tiene todas las particularidades de la preocupación de Jesús por los pobres de la tierra. Jesús sitúa esta parábola sobre el desempleo en el contexto de una conversación con un rico, porque la riqueza de unos es la escasez de los otros. Así, pues, el contexto, curiosamente, es la parábola del joven rico que tenía todo asegurado en la tierra, pero quería también asegurarse todo en el cielo. Quería tanto las riquezas de la tierra como las del cielo. 
 Jesús, que estaba del lado de los parados y de los pobres, se enfrenta a él con una radicalidad que asusta: “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros primeros”, idea central de la parábola de los obreros de la viña, parábola de apoyo a los desempleados, que se cumple de forma escandalosa pagando a los últimos los primeros y la misma cantidad que a los que habían estado trabajando todo el día. 
Es también idea central de toda la línea del Evangelio, de los valores del Reino que nos trajo Jesús. La parábola es actual y busca justicia para tantos desempleados en el mundo hoy. Se sitúa en un contexto de paro masivo, de mucho desempleo. La situación de Palestina se había deteriorado en cuanto al empleo. Los pobres eran personas “sin tierra”, simples braceros que ofrecían mano de obra barata, que se vendían por lo mínimo. El cuadro que presenta la parábola podría ser el de algunas de nuestras ciudades de hoy en relación con los inmigrantes que esperan en las estaciones o lugares estratégicos a que llegue algún empleador y les dé trabajo para ese día, aunque sea explotándolos . 
Quizás estarían allí, en la plaza, con sus herramientas para ser “contratados” bajo la palabra de los empleadores, de los amos o, en su caso, de los explotadores u opresores. Los amos, según la parábola, sólo contratan a los más fuertes, a los que mejor pueden explotar. ¿A quienes contrataban los primeros estos amos? Sin lugar a duda a los más fuertes, a los que más podrían rendir, a los que, quizás, mejores herramientas tendrían, mejores y más fuertes brazos. 
Eran contratados con precio pactado: un denario. Este privilegio sólo lo tenían los más competitivos, los que eran capaces de aguantar una jornada de sol a sol. No quedaba otro remedio que buscar el salario diario porque, quizás, el que no trabajaba, no podía llevar el pan a sus hijos. Jesús, sin embargo, se fija en los desempleados más débiles, menos competitivos, más agotados y sufrientes. El hombre de la parábola de la viña, en la línea y dentro de los parámetros de los valores del Reino, era un empleador especial que no se limitaba a contratar a los competitivos, a los fuertes en la primera hora de la mañana. Este empleador era diferente: también salía a contratar en las últimas horas en donde ya sólo quedaban los no competitivos, los que nadie había querido contratar, los excluidos, los débiles , los que, con estómagos hambrientos, pensaban con tristeza que sus hijos tampoco hoy iban a comer ese día.
¿Quién puede contratar a estos desgraciados? ¿Qué les podrían pagar a esos débiles del mundo, a esos excluidos tirados en la plaza con la tristeza del rostro de un parado de larga duración que ha agotado todos sus recursos y tiene hambre? ¿Quién podría contratar a esas horas a estos desgraciados a los que nadie había seleccionado? ¿Qué salario se les podría dar a esos angustiados que veían pasar las horas del día sin que nadie se fijara en ellos? Jesús, ante los desempleados deteriorados y sufrientes, con su inversión de valores, propia de los valores del Reino, intenta rescatar el concepto de auténtica justicia, de justicia misericordiosa que pone a los últimos como primeros en la línea de su Evangelio. 
Este hombre misericordioso de la viña se acerca a última hora de la tarde a los débiles y excluidos del mundo del trabajo. Ya casi no queda tiempo para trabajar, pero eso es secundario frente al hambre, frente a la imposibilidad de estos hombre de llevar un trozo de pan a sus hijos. Jesús, cercano a los desempleados. Se acerca a ellos: “¿Por qué estáis aquí todo el día desempleados? Le dijeron: porque nadie nos ha contratado”. Y ante la propia admiración y extrañeza de estos últimos, el hombre de la viña les dice que vayan a trabajar con él. Curiosidad: con estos últimos no hay pacto de salario. El dueño de la viña no ofrece, ni los trabajadores débiles y últimos le preguntan, no se atreven a pactar. Ocurre lo típico de todos los pasajes del Evangelio: Los desempleados acogidos por Jesús no se consideraban dignos de hablar de salario a aquella hora del día y en la situación de debilidad, deterioro o hambre en la que estaban. 
Simplemente van sin pacto de precio, guiados por la confianza en el dueño de la viña. Para ellos eran suficiente que, aunque fuera al final del día, pudieran contarse entre los elegidos para trabajar. Confían. Confían en el dueño de la viña. Eso era suficiente. ¿Cómo van a imponer condiciones los débiles y excluidos del mundo, los injustamente tratados, los que están en la infravida del hambre y de la miseria? Los desempleados confían en este amo tan especial. El dueño sólo les dice una frase que para ellos es más que suficiente: “recibiréis lo que sea justo” . 
Para los parámetros humanos, estos deberían haber recibido quizás la duodécima parte de un denario que era lo que ganaban los que estaban de sol a sol. Pero ellos confiaron en el concepto de justicia del dueño de la viña… y este no les falló. Según Jesús, para los desempleados de larga duración, para estos excluidos del mundo del trabajo, la justicia del Señor de la viña es igualatoria, dignificadora y trastocadora de esquemas y valores: antepone los débiles a los fuertes, los últimos son los primeros, son pagados en primer lugar y, además, igual que los fuertes, igual que los que habían trabajado todo el día… porque el Evangelio comporta una justicia misericordiosa. Según este concepto de justicia misericordiosa que aplica Jesús a estos desempleados, los fuertes de este mundo no tienen por qué recibir más. Señor, ayúdanos a aplicar esta justicia para con los desempleados y excluidos del mundo.

LA IRA NO EXPRESADA DAÑA LA SALUD

Si el enojo que provocan determinadas experiencias personales o hechos externos no se expresa, puede ser perjudicial para la salud cardiovascular, especialmente de las mujeres. Es la conclusión a la que han llegado investigadores del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la Universidad de Educación a Distancia (UNED). El trabajo, publicado en el último número de la revista Psicothema, analiza de qué forma afecta la ira a la población femenina. Para ello, las autoras del estudio diferenciaron entre tres tipos de ira: interiorizada, exteriorizada y controlada. La población estudiada estaba formada por 327 mujeres con una edad media de 35,4 años. El 63% de ellas trabajaba; el 22% eran estudiantes; el 12%, amas de casa y el 3% restante estaba sin empleo. La investigación revela que, comparando la ira manifestada con la interiorizada, es preferible expresarla puesto que, aunque se asocie con mayores niveles de presión sanguínea, de frecuencia cardíaca y una mayor secreción de adrenalina (entre otras reacciones fisiológicas), la recuperación hasta los niveles normales es más rápida que si se reprime. “La represión de la ira hace que esos sentimientos perduren durante mucho más tiempo por lo que, aunque las reacciones no alcancen la misma intensidad, su duración se prolonga, con sus correspondientes alteraciones fisiológicas”, indica Ana M. Pérez-García, coautora del trabajo. 
EMOCIONES MÁS FAVORABLES La expresión del enojo tiene unos límites puesto que “verbalizar la ira no significa caer en actos agresivos o violentos”, añade la investigadora. Según los expertos, lo preferible desde el punto de vista fisio y psicológico es controlar el enfado y llevarlo a expresiones emocionales más favorables. Los científicos consideran que la existencia de la ira es inevitable porque actúa como respuesta natural de adaptación del ser humano a las amenazas. Sin embargo, advierten que a pesar de que sea un estado emocional inherente a hombres y mujeres, existen casos en los que este sentimiento no sigue los parámetros “normales” y supone un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Lo malo no es enfadarse ante un motivo importante para el individuo o frente a situaciones donde la mayoría de las personas reaccionarían de forma similar. 
El problema está cuando uno se enoja demasiado y ante demasiadas cosas, especialmente si la mayor parte de las personas, ante esos mismos hechos, no muestra ira o no con tanta intensidad. Para mitigar su aparición, los investigadores recomiendan reevaluar positivamente el problema, recurrir al sentido del humor, distraerse, y hacer ejercicio físico. Y, ante los indicios de tensión, tomarse unos segundos y respirar profundamente. Consejos sencillos y prácticos, al alcance de todos.

DEJA YA LA AMARGURA

Hay gente que vive amargada y no se da cuenta, no se si se ha cruzado con alguien que casi ladran con la mirada. Parecen enojados y actúan como malos, pero en realidad lo más probable es que estén amargados y no saben como salir de allí. Ven que otros están felices y tienen menos que ellos. Están desconforme sencillamente de todo y nada les ayuda y esto es porque están amargado hasta las tripas. Buscan una excusa siempre para justificar su amargura y no son capaces de decir: “si estoy amargado”. 
Les duele esto o aquello, en el trabajo alguien los está amargando, esperaba que algo le saliera mejor. En fin, siempre hay un culpable de lo que les pasa. ¿Qué es lo que nos amarga? 
 “Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.“ Jeremías 2:19 Lo que nos amarga es alejarnos de Dios y dejar de temer a Dios. Cuando yo estuve amargada me di cuenta de algo, ese día no estaba teniendo mi gozo en Dios, lo tenía en lo que me ama rgaba y lo que había logrado ponerme ácido. Recibí una carta que tenía que responder y no tenía ganas y en vez de al momento de recibirla debería haber dicho algo como esto: “Mi confianza está en Dios y Él me ayudará a resolver esto”. 
NO, yo me amargué con eso. Nos amarga también cuando estamos rebeldes y cambiamos la fuente que nos alimenta, la amargura no viene de Dios. „Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.“ Jeremías 2:13 Dios es fuente de agua viva y dulce, en Él está de donde debemos alimentarnos. No debemos tomar de otras fuentes: Crítica, mentiras, engaños, malas compañías, etc.

Nos amargan los celos. Y cuidado aquí esto es una raíz de amargura quiere decir que cuando se mete hay que sacarlo cavando bien hondo. „ Pero si tenéis celos amargos y contención en vue stro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;“ Santiago 3:14 Nos amarga cuando no recibimos lo que deseamos. „ella (Ana) con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.“ 1 Samuel 1:10 EL trabajo nos amarga “y amargaron su vida con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor.“ Éxodo 1:14 Ser injusto nos amarga „Su boca está llena de maldición y de amargura.“ Romanos 3:14 

Nos amarga la sexualidad desordenada: “Porque de la vid de Sodoma es la vid de ellos, Y de los campos de Gomorra; Las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, Racimos muy amargos tienen.“ Deuteronomio 32:32 Nos amarga alejarnos de la gracia de Dios „Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;“ Hebreos 12:15 ¿Que debemos hacer? Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Efesios 4:31 Para considerar: 
• La amargura es el fruto de los demonios. 
• El enojo es el resultado de la amargura. 
• La ira es la actitud de la amargura. • El griterío. Los gritos son resultado de la amargura. Recuerde esto: “los demonios gritan”. • La malas palabras y la boca sucia es el resultado de la amargura. • La maldad es el fruto de la amargura, cuando usted comienza a hacer maldad es porque ya está amargo. “Desamárgese”: ¿Cómo? 
• Diga primero Efesios 4:31“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.“ 
• Obedezca sin argumentar ni decir nada. No diga si ya lo hice y no pasó nada. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” 
• Guarde la esperanza en Dios y no en otra cosa. Créale a Dios plenamente. 
• Ore sin cesar hasta que la amargura pase. 
• Cante alabanzas o escuche música cristiana y declare con su boca lo que canta. 
• Diga muchas veces: Dios es fiel y no va a descuidarme, Él me ama. 
• Hable palabras de Bien y no de mal. 
• Declare lo que no ve!! Como quiere ser usted un hombre de fe sino está preparado a declarar lo que no ve. La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. 
• Si está enfermo declárese sano. ¿Sabía usted que una persona cuando se entera que está gravemente enferma se pone más enfermo? ¿Por qué ocurre eso? Porque lo que creemos afecta nuestro estado y ¿Por qué no va a ocurrir al revés? Le Creemos a Dios que nos sanó y va a ocurrir. La fe es una llave que abre un mundo de posibilidades en la que se describe así: Dios es Dios de los imposibles y no hay nada imposible para Él. 
• No se rinda hasta que alcance la victoria. Lo más importante es no se deje llevar por la amargura. 
La amargura es un fruto demoniaco y no es la voluntad de Dios para nosotros, usted leyó alguna vez en la Biblia : ¡amárgate! ¿Y si no lo leyó para qué lo hace? La biblia dice quítese!!! TODA AMARGURA. Vamos a despojarnos de ese espíritu demoniaco de amargura en el nombre de Jesús. Hágalo ahora mismo y cambie su amargura en gozo.

COMENTARIO BIBLICO MOODY: 2DA DE JUAN

Con toda seguridad muchos de Uds. ya conocen este libro. Un clásico de la literatura cristiana, usado durante años por estudiantes de seminarios e institutos bíblicos.

Espero que igual que a mí les sea útil y de bendición para la preparación de clases, estudios, sermones, o lectura devocional de la Biblia. Es una obra muy interesante para los que enseñan a los cristiano y a los que discipulan y a los que avangelizan para dar una predica entendible y sustanciosa al que escucha el mensaje. Bendiciones.

Un tesoro de ayuda práctica dedicado a proveer enriquecimiento y descubrimiento espiritual para todos los lectores del Nuevo Testamento. 

Introducción a cada libro Bosquejo de cada libro Panorama general y análisis en detalle de cada libro Analiza frase por frase la totalidad del texto bíblico Da el significado del texto bíblico Ofrece información histórica Escrito por eruditos de la Palabra de Dios 568 páginas de texto de doble columna Y más…

EL PADRE NUESTRO

La oración del Señor leida desde la perspectiva de la teología latinoamericana, como un camino de liberación integral de la persona humana,...El Padrenuestro no es sólo una fórmula para ser recitada, sino, sobre todo, una experiencia de filiación en Cristo y de fraternidad con los hermanos y hermanas, una plegaria para ser vivida día a día en nuestro caminar cristiano.

En este libro se recogen una serie de reflexiones, que el autor, con un lenguaje muchas veces poético y siempre desde una sólida formación teológica,sobre cada uno de los aspectos que el padrenuestro desarrolla. No solo es la oración que Jesús nos enseño, si no, que es la oración más completa para cualquiera que desee ser cristiano. El Padrenuestro es la oración que Jesús enseñó a sus discípulos.

No es una oración más entre otras. El Padrenuestro sólo se entiende dentro de la profunda experiencia vivida por Jesús, traducida en su mensaje y en sus obras. En ella podemos descubrir los deseos más íntimos de Jesús y sus aspiraciones más hondas. El Evangelio de Jesucristo, resumido en pocas palabras y traducido al lenguaje vital de la oración. Si captamos bien su contenido y su aliento, captaremos el mensaje más original de Jesús y su espíritu más hondo.

EL PENSAMIENTO DEL APOSTOL PABLO

En constante diálogo con diversas tradiciones y por medio de una seria y detallada exégesis, Herman Ridderbos abre para nosotros los tesoros paulinos. 

Temas como la naturaleza del pecado, la justificación, la reconciliación y la nueva vida en Cristo son tratados en forma insuperable. Las consecuencias éticas que se desprenden de vivir en Cristo son explotadas al máximo.

Las doctrinas de la iglesia, el bautismo, la Santa Cena y el fin del tiempo son explicados en detalle. Pero por sobre todo se interpreta el mensaje paulino como la explicación de lo que es el tiempo escatológico de salvación inaugurado con la encarnación, muerte y resurrecion de Jesucristo.

FUNDAMENTOS DE TEOLOGIA PENTECOSTAL

Este es un estudio doctrinal de orientación pentecostal. Es completo, funcional y arraigado en la Palabra de Dios, de manera sistemática para todo el cuerpo de Cristo. Esta obra es valiosa tanto para enriquecer la experiencia de aquellos creyentes dentro de la tradición pentecostal mediante el estudio de las bases doctrinales y bíblicas de su experiencia. 

Es asimismo importante para aquellos creyentes de otras tradiciones pues en forma clara y precisa presenta las bases bíblicas de la experiencia espiritual de sus hermanos pentecostales. Esta obra es valiosa tanto para enriquecer la experiencia de aquellos creyentes dentro de la tradición pentecostal mediante el estudio de las bases doctrinales y bíblicas de su experiencia. 

Es asimismo importante para aquellos creyentes de otras tradiciones pues en forma clara y precisa presenta las bases bíblicas de la experiencia espiritual de sus hermanos pentecostales. El reconocido pastor y autor Jack Hayford, escribe en el prólogo de esta obra: El título del volumen ha sido escogido concienzudamente respondiendo a las necesidades específicas:

Fundamentos porque vivimos en una cultura filosóficamente relativista que ha perdido los lazos de unión con los absoluto e inquebrantable. Los fundamentos arraigados en la realidad de una revelación divina necesitan ser nuevamente confirmados para que esta generación de creyentes sea firmemente plantada y edificada de acuerdo al modelo. El plomo de la palabra de Dios es la norma con la cual todas las enseñanzas y predicaciones deben de ser alineadas, y es también la norma a la cual todo libro está firmemente adherido. Teología porque lo que en verdad necesitamos ahora y para siempre se resume en conocer a Dios y en conocerle en términos de todo su consejo.
En cuanto a este asunto, los doctores Duffield y Van Cleave han trabajado admirablemente. 

No solo explican las riquezas de los temas teológicos tradicionales, sino que también proveen, con profundidad y balance, un desarrollo de las facetas del ser, obra y poder de Dios, las cuales son verdades que se comprenden mejor en toda la iglesia en los últimos ochenta años: obras del Espíritu Santo en la iglesia, los dones del Espíritu Santo distribuidos a través de la iglesia y la vida de la sanidad de Cristo entre la iglesia. Estos y otros temas relacionados merecen ser comprendidos y ejercitados en toda la iglesia a través de todo el mundo. Pentecostal porque toda verdad es vigente por medio del Espíritu Santo, sino así reproductiva y reconfortante. E. Bounds advirtió que la verdad sin vida es como la letra que mata, la cual, aunque sea de excelente sabiduría, es tan estéril como un campo sembrado con perlas.

En contraste la calidad inherente de este volumen es de la misma que caracteriza a aquella que fortaleció al apóstol Pedro al exponer un texto del libro de Joel, predicándolo en una forma pertinente y contemporánea. El Espíritu Santo quiere hablarnos hoy mismo. La vitalidad del Espíritu manifestada aquí hace que las verdades antiguas palpiten con vida.

MUJER: DIOS TE CREO PERFECTA

Dios miró desde la eternidad. Él la vio. Vio todo lo que había creado y todo lo que crearía alrededor de usted. Vio la necesidad específica que usted estaría destinada a llenar en este mundo. Vio todo el conjunto de rasgos y habilidades que necesitaría usted para que se cumpliera el propósito de Dios en su vida. Sabía qué tipo de ambiente seria necesario para que usted desarrollara apropiadamente los dones que Él le daría. Dios miró … y entonces creó. ¡Él la creó a usted!Y vio Dios que su creación era buena. ¿Tiene usted la misma opinión de sí misma?

Es importante que usted aprecie la forma en que Dios la creó, porque otros la van a tratar de la misma manera que usted se trate a sí misma. La van a respetar solo hasta el grado en que se respete usted a sí misma. Si usted atrae a personas que no la tratan bien, siento decirle que usted es la principal sospechosa en este caso, ¿Qué tipo de mensaje envía usted que les permite tratarla tan mal?A fin de que la gente la trate bien, debe haber algo en lo profundo de su ser que envíe una señal que diga: «Soy alguien, porque Dios me hizo para ser alguien.

Puede que no tenga veintiún años o vista una talla siete. Puede que tenga setenta y uno y vista una talla veintisiete. Pero soy alguien». Cuando usted envía una señal como esa, la gente la capta. Hay algo que exuda su espíritu que realza su presencia en medio de la gente. Una cualidad de la fuerza interior es lo que la hace atractiva; lo que hace que otras personas la reconozcan, le presten atención; lo que las mueve a preguntar cuando usted entra en una habitación: «Quién es ella».

No preguntan porque su vestido sea muy elegante, sino debido al magnetismo que emana de su carácter. El proyectar ese tipo de fuerza no es arrogancia ni orgullo. Es un saludable sentimiento de autoestima y el poder del Espíritu de Dios que usted lleva adentro. La forma en que se aprecia a sí misma ejerce un impacto sobre todo lo que usted hace. Afecta la forma en que usted se sienta en un aula, o solicita un trabajo, o le habla a la gente en una actividad social, o lleva a cabo el ministerio que Dios le encomendó. Puede aun afectar la forma en que ora y la manera en que estudia la Palabra de Dios. Si piensa que no es nadie, que no tiene valor ni futuro, va a orar con menos poder y va a suponer que las promesas de Dios son para todo el mundo menos para usted. Dios quiere que aprecie lo que quiso que usted fuera cuando la creó y que desarrolle lo que le dio.

No quiere que trate de cambiar lo que le dio por lo que dio a otro. Usted es una combinación única de talentos y dones y carácter; y le corresponde un destino único sobre la tierra. ¡Usted es alguien!

ESTAMOS EN UNA MISION


Cada hijo de Dios está en guerra. Si no lo estamos, significa que en realidad somos de este mundo y que hemos sido engañados al pensar que le pertenecemos a Dios.

Sé que es una frase dura, pero permítame ilustrar su realidad. Imagínese que vive en Alemania durante el régimen de Adolf Hitler. Este líder tirano finalmente quería establecer un nuevo orden de absoluta hegemonía nazi en la Europa continental. Estaba lleno de prejuicios en el sentido más puro, y a quienes más odiaba era a los de descendencia judía. Si usted tenía linaje alemán, era inteligente, sano y su pensamiento no interfería con la misión de Adolf Hitler, podía vivir en paz, libre de preocupaciones de ser atacado de alguna forma.

Sin embargo, si su linaje era judío, su vida sería totalmente distinta. Viviría bajo una constante amenaza de ataque. En cualquier momento podían golpearle, escupirle, o robarle; tendría que estar atento para evitar que le capturaran, esclavizaran, torturaran o asesinaran. Le gustara a no, estaba en guerra. El pueblo judío más sabio y prudente se armó e hizo todo lo necesario para escapar de la tiranía de Hitler. Quienes no lo hicieron fueron encarcelados en los campos de concentración.

Satanás y sus huestes son mucho peores que Hitler y su régimen nazi. Si usted es del linaje del diablo, no es un objetivo, y no tendrá que mantener una postura de guerra. Jesús les dijo a los líderes espirituales hipócritas de su tiempo: “Vosotros sois de este mundo” (Juan 8:23). Después, para asegurarse de que entendieran bien lo que les estaba diciendo, les dijo directamente: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo” (Juan 8:44). Aunque esos líderes creían que estaban sirviendo al Dios Todopoderoso, en realidad estaban sirviendo al tirano líder de este mundo.

Si usted es realmente de Dios, entonces debe estar en guardia porque el mundo en el que vive es hostil hacia cualquier cosa que sea del Reino de Dios. Jesús destacó esto diciendo: “Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece” (Juan 15:19). Observe sus palabras: el mundo os aborrece. No hay lugar para escaparse en esta frase. Si usted es del mundo, el mundo le recibirá; si es de Dios, sufrirá resistencia y el sistema del mundo le odiará.

Así, llegamos a otro aspecto importante de estar armados apropiadamente, y es tener amplio conocimiento de las armas que tenemos a nuestra disposición en Cristo Jesús. Son armas poderosas y espirituales, porque Pablo nos dice: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas” (2 Corintios 10:4, NVI).

¿Cuál es el “poder divino” que derriba fortalezas? No es otro que la increíble gracia de Dios, su regalo inmerecido para todos los creyentes. Sabiendo esto, avancemos en la primera carta de Pedro para ver esta gran verdad subrayada y ampliada para nosotros. Al hacerlo, tenga en mente que podemos sustituir las palabras poder u otorgamiento de poder por la palabra gracia, ya que son intercambiables.

“Y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia [poder] a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia [otorgamiento de poder], que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca . . . os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que ésta es la verdadera gracia [poder] de Dios, en la cual estáis” (1 Pedro 5:5-12, énfasis añadido).

Permítame resumir rápidamente las ricas palabras de Pedro. El tema principal de este pasaje es la gracia de Dios. Pedro comienza exhortándonos a someternos unos a otros. Otra forma de decirlo es a “estar bajo la misma misión”. Después nos asegura que Dios da su gracia a los humildes, y que somos considerados humildes cuando esperamos que su gracia (poder) sea lo que supla nuestras necesidades, y no nuestra propia fuerza.

¿De qué necesidades está hablando Pedro? Tienen que ver con los asuntos de la vida, como nuestras preocupaciones, responsabilidades, necesidades o varios deseos. Nuestras necesidades pueden ser temporales, o más importante aún, eternas: experimentar la vida abundante del Reino, y por consiguiente, suplir las necesidades de otros en nuestra esfera de influencia. En la búsqueda de esta misión de gracia, experimentaremos resistencia de nuestro archienemigo: el diablo y sus huestes. Él puede devorarnos, pero ese no es el plan de Dios. Por tanto, debemos mantener una actitud sobria, ser bien conscientes de las promesas del pacto de Dios, y estar atentos en oración. Así, siempre estaremos bien equipados por la gracia de Dios para avanzar los propósitos del Reino y resistir con éxito a nuestro archienemigo.

No estamos solos en nuestros esfuerzos; nuestros hermanos y hermanas están en la misma misión de gracia en todo el mundo y están experimentando batallas similares en nuestro objetivo similar. Lo bueno de estas batallas es que forjan madurez y fortaleza. Con cada victoria, somos exaltados a un lugar más alto de autoridad en Cristo.

Pedro termina el pasaje con este pensamiento vigorizador: Esta es (el propósito de) la verdadera gracia de Dios. ¿No es interesante que el Espíritu Santo se moviera sobre Pedro hace casi dos mil años para escribir las palabras la verdadera gracia de Dios? No fue un accidente; el Espíritu Santo anticipó que en los últimos tiempos el concepto de la gracia de Dios se reduciría (al menos en el pensamiento cristiano occidental) a una mera cobertura para el pecado y un billete para ir al cielo. La verdadera gracia de Dios incluye todo eso, y mucho más, ya que también nos capacita para ir más allá de nuestra capacidad natural para acometer la misión que tenemos entre manos. Un aspecto principal de esta misión es distinguirnos con el propósito de glorificar a Dios y avanzar su Reino.